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jueves, 23 de abril de 2015

FOTOPERIODISMO POR LA PAZ: DENUNCIA Y PROPUESTA


 
Foto El Telegrafo
Por Leonardo Parrini

Las blancas telas suspendidas en lo alto cobijan el patio interior del Centro de Arte Contemporáneo en Quito. Los acordes de Yesterday de Los Beatles, ejecutado en trío por violín, contrabajo y piano electrónico, confieren una atmósfera poderosa y simbólica de avenencia entre los elementos. Es una noche especial. Se otorga el Premio Fotoperiodismo Por La Paz Juan Antonio Serrano, organizado por el colectivo Paradocs, tercera edición 2015. Coco Lasso viste informal con camisa blanca fuera del jeans, cabello en rebeldía y palabras pausadas, todo contribuye a su mensaje: entender que la fotografía es una herramienta potente, que las imágenes tienen que ver con esa necesidad urgente de proponer un debate de premura y público sobre la violencia que vive nuestra sociedad en todas sus formas.

Y se invoca en ese sentido el nombre del fotógrafo Juan Antonio Serrano, asesinado en Cuenca el año 2012. Sobre una pantalla led la imagen de Juan Antonio sonriente, es el icono de su loable propósito, promover la convivencia armónica entre los seres humanos. El ministro José Serrano, hermano de Juan Antonio, ratifica ese sentimiento: es como aprender a contar las historias desde esos procesos que pueden ser tenebrosos, oscuros y dolorosos y sacar desde esa lógica los momentos de alegría y felicidad. Cómo uno se aproxima a la vida y a la muerte, que es parte de la vida no como un punto final, sino como un paso propio de la vida. El Ministro del Interior considera que el Premio puede tener una versión más allá de las fronteras nacionales: esperamos tener muchos años de premio a nivel nacional y regional. Luego de los discursos formales llegó el momento esperado. Paula Parrini de Paradocs, activa el infocus. Los nombres de los ganadores de la tercera edición del Premio de Fotoperiodismo por la Paz 2015, se proyectan en la pantalla ante el silencio expectante de los presentes: Santiago Arcos, Categoría Profesional y Carmen Santillán, Categoría Estudiante.

Las imágenes del trabajo fotográfico de Santiago, "La orilla de un desalojo", pueblan la pantalla. Isla Trinitaria, Guayas 2015. Desalojo de una ocupación de tierras. Primeros planos de destrucción, escombros. Segundos planos de gente lamentándose ante la intervención policial. Panorama de desolación y violencia. Una serie de imágenes encadenadas a un solo acontecer. Un desalojo que violó, según la denuncia de Santiago, el debido proceso: el 27 desalojaron sin previo aviso 40 familias y aún quedan 117 por desalojar. Habían quedado para el 30 ir con la Defensoría del Pueblo y la Secretaría de Asentamientos Irregulares y una delegación de los habitantes a inspeccionar el lugar.

Santiago define su rol profesional como fotoperiodista con meridiana claridad: En esta etapa sirve de denuncia, ahora lo que quiero hacer es evitar que sigan pasando cosas malas. Yo quiero estar ahí como veedor, documentando y publicando todo lo que pase para que en público no pueda haber más atropellos. La actividad de creación de imágenes, en el concepto de este joven fotógrafo, es preventiva y pretende anticiparse a los hechos. Santiago usa las fotos para re contextualizar la historia, para que se logre algo:no me interesa tener fotos bacanes, espero que la fotografía sea mucho más eficaz, antes que fotografiar las cosas cuando ya sucedieron. Este joven guayaquileño de 24 años se inició hace siete como fotógrafo, en un acto de rebeldía ante la negativa de su padre de prestarle su cámara SLR profesional. Hay un nuevo género que se denomina Peace Photographer. No es solo la denuncia, mi idea es evitar que esto vuelva a suceder, concluye Santiago.

Carmen Santillán viste informal, con pelo corto y un gesto de seguridad propio de su juventud, afiatada en su quehacer fotográfico, "Yo soy homosexual", realizado con absoluta conciencia. En la pantalla surgen imágenes austeras de jóvenes homosexuales, hombres y mujeres, situados en entornos abiertos minimalistas que dan cuenta de un drama vivencial de nuestra sociedad. Un testimonio que busca poner fin a la desigualdad de género y discriminación de las minorías sexuales. Salta a la vista la armonía, el tono y la atmósfera logradas con certeza en la ubicación de la cámara, tanto como el sentido de la historia narrada: Me encanta el minimalismo, jugar con el sujeto en un entorno grande pero hacerlo sobrio. Jugar con la profundidad. Empecé con el tema un poco a la defensiva, estaba herida con la sociedad porque tengo muchos amigos que han sido discriminados. El hecho de que yo soy homosexual soy una más, mi proyecto es algo personal en primera persona. Carmen gesticula para acentuar su expresión y concluye: Propongo elevar un mensaje de conciencia. El homosexualismo es lo más normal. En mi caso he sido insegura, he luchado con mis miedos. Mi miedo es el futuro, me preocupa el pasado, no puedo vivir el presente. Un tiempo que, no obstante, esta joven fotógrafa asume con cabal decisión: La fotografía es una propuesta, no es estética ni denuncia, es mostrar la realidad.  Es abarcar un mensaje de lo que vivimos. Si no hay texto no hay foto. No es una foto en acción, sino el entorno de dónde pasó, más el antecedente de que pasó ese día.

Stephen Ferry, jurado internacional, considera que “el nivel de este año no fue superior al del año pasado. Queremos enfocar en ciertos temas de edición, hay problemas narrativos de unidad en el tema, redundancias innecesarias, falta de claridad. Yo creo que el trabajo de Santiago tiene un valor de denuncia y yo veo una unidad, pero son composiciones más complejas y más inquietas. Narró lo que tenía que narrar, con fotografías bien interesantes y con vida. Eso como una especie de violencia, lo mismo la discriminación con los homosexuales. Manolo Sarmiento, cineasta galardonado con premios internacionales por su filme La Muerte de Roldós, confía en el jurado: Me impresionaron, las fotografías. Lo de la chica me gustó mucho, es conmovedor, porque los chicos y las chicas van a los lugares donde fueron agredidos. Juan Martin Cueva, cineasta fundador de EDOC y Director del Consejo Nacional de Cinematografía, CNCine, considera que el jurado ha sabido mantener libertad en los criterios de premiación y selección…estos eventos unen a un sector, en este caso a los fotógrafos. Los dos premiados son muy sólidos, más allá de la calidad y de la prestancia de los jurados, el evento tiene una importancia para el sector. Cae el telón en el Centro de Arte Contemporáneo en Quito. Las luces atenúan la intensidad. El rumor de voces coloquiales se funde a una melodía urbana de fondo. En mi mano se entibia un vino para brindar por un evento que, con tres años de existencia, denuncia y propone. Y ya se pone pantalones largos.

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