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domingo, 3 de agosto de 2014

COCA CODO SINCLAIR, “UNA OBRA COLOSAL”


Fotografía Leonardo Parrini
Por Leonardo Parrini

“Es un privilegio estar trabajando en la obra más grande que se construye aquí en el Ecuador. Esta es una obra colosal”. Herman Hidalgo, obrero guayaquileño de 35 años hilvana la frase con emoción en su voz, tratando de superar al ruido producido por las maquinarias en acción. Herman cumple labores de controlador de calidad de la obra y de los materiales del proyecto Coda Codo Sinclair, el más emblemático de la ingeniería hidráulica del Ecuador. Hidalgo forma parte de los 6.896 trabajadores que construyen este proyecto hidroeléctrico considerado el más grande del país y uno de los más representativos del mundo.

La construcción del proyecto Coca Codo Sinclair que inició en julio del 2010, lleva cumplido dentro de cronograma el 7O% de la ejecución. La central generará 1.500 MW, es decir el 36% de los 4.000 megavatios demandados por el consumo nacional. La obra está ubicada a cuatro horas de Quito, en la vía Baeza-Lago Agrio, en la cuenca de los ríos Quijos y Salado que forma el río Coca. La obra se yergue rodeada por una exuberante vegetación en la región selvática de las provincias de Napo (cantón El Chaco) y Sucumbíos (cantón Gonzalo Pizarro), donde llueve los 7 días a la semana. Por esta razón el proyecto toma el nombre de Coca, en honor a su locación; Codo, por el meandro del rio que describe una curva justo en el punto de la obra. Y Sinclair, por el ingeniero norteamericano Joseph Sinclair, quien habría enunciado que una misma vertiente de agua tiene un declive único permitiendo el flujo de agua en caída natural, principio que habría inspirado la construcción de centrales hidroeléctricas.

El proyecto Coca Codo Sinclair está conformado por una presa de captación de enrocado con pantalla de hormigón, vertedero, desarenador y compuertas de limpieza. El sistema, en su conjunto, permite transportar el caudal captado hacia el embalse compensador, a través de un túnel de conducción de 24,85 km. El túnel registra un desnivel de 620 mts. y un caudal medio anual de 287 m3/s aprovechables para generación hidroeléctrica. Desde el embalse compensador hasta la casa de máquinas, se  transformará la energía potencial en energía eléctrica, a través de 8 unidades tipo Peltón de 187,5 MW cada una. El vertedero de 160 metros está diseñado para una crecida de 10 años con 9.750 m3 por segundo.  

La inversión realizada en el proyecto es de alrededor de $ 2.000 millones de dólares y se financia con recursos del Estado ecuatoriano y de la empresa Eximbank China. Para la construcción se estableció un contrato IPC con la constructora internacional Sinohydro Corporation de China, encargada de revisar el diseño que proporcionó Ecuador, comprar equipos, turbinas, construir y entregar la central funcionando. La propietaria del proyecto es Coca Codo Sinclair EP, que luego de terminada la construcción podría pasar a constituirse en una empresa de generación hidroeléctrica.

Obreros de nuevo tipo

Luis Olivares, de 48 años, con un diplomado en la ESPOCH en Nutrición en Salud Pública y Ocupacional, es el responsable de la Supervisión de Seguridad Industrial de la obra. Con notorio entusiasmo cuenta que su trabajo consiste en “prevenir accidentes o incidentes”. Felizmente -agrega- no se han producido episodios que lamentar y que una de las acciones preventivas consiste en que la gente utilice la mascarilla de protección respiratoria. Y ese no es el único riesgo que enfrentan los operarios de la obra, en un ambiente cerrado al interior de la fosa de la montaña, donde la contaminación de gases es una amenaza latente. Es bien duro trabajar así 24 horas al día, los 365 días del año – dice Arturo Rosero ingeniero civil que se desempeña como inspector de construcción para fiscalización-, hay ratos buenos y ratos malos, depende de la actitud, en definitiva es bueno el trabajo. Nos sentimos motivados por el conocimiento que se adquiere. Rosero gana un sueldo básico de $1.600 dólares, más las horas extras, y dice que no debe quejarse porque pagan bien y a tiempo. En este proyecto él ha cumplido el sueño de su vida: No lo había pensado, ni siquiera en los sueños, trabajar en una obra de tal magnitud. Es un orgullo.

Si bien los trabajadores del proyecto son los primeros beneficiarios directos, la obra favorece además a 16 mil habitantes, a través de programas de desarrollo integral y sostenible como: construcción y mejoramiento de sistemas de alcantarillado, agua potable y tratamiento de desechos; y apoyo en la infraestructura en varios centros educativos. Un proyecto de desarrollo social concreto está en marcha en la finca La Cristalina, de propiedad de doña Mariana Recalde que recibió capacitación del INIAP para cambiar su producción agropecuaria de ganado vacuno –altamente erosionante-, por cuyes, truchas y tilapias, cerdos y frutales, como naranjilla y tomate de árbol, fomentados con abonos orgánicos. En medio de un paisaje bucólico donde se advierte el orden en cada área productiva, Mariana, mientras da de comer a los conejos, comenta sentirse apoyada en su nueva línea productiva agropecuaria. El asesoramiento que ella recibe es un “estímulo al trabajo cotidiano por parte del Estado”. Mariana participa de un grupo de mujeres emprendedoras de la zona, dispuestas a sostener un proyecto agrícola con asistencia del Estado. La inversión estatal en el cantón asciende a 12 millones de dólares y estimula la agroproducción, el turismo sostenible y provee de servicios básicos como agua potable, urbanización y saneamiento ambiental en el cantón El Chaco. Los resultados, según las autoridades, registran un 93% de la demanda satisfecha en cuanto a obras de beneficio comunitario.

Cambio de la matriz cultural

Coca Codo Sinclair representa un símbolo de la nueva política pública que rige el modelo de gestión en los sectores estrategicos de la economía. Desde este importante componente del Estado se ha propuesto el cambio de la matriz productiva del país -o proceso de industrialización acelerado- impulsada por el Vicepresidente de la República, Jorge Glas, quien también ha hablado de un cambio de la matriz cultural del país. El cambio de la cultura industrial del Ecuador se refleja en las cifras de impacto económico y social que genera el proyecto Coca Codo Sinclair: la central hidroeléctrica permitirá ahorrar 17 millones de barriles de combustible al año y, con ello, el país se ahorrará $ 1.360 millones de dólares. El proyecto, a partir de su inauguración en febrero del 2016, proporcionará una energía media de 8.734 Gwh/año, impulsando la búsqueda de autonomía energética, al permitir el reemplazo de la generación térmica, la reducción de emisiones de CO2 en aproximadamente 4,4 millones de Ton/año y sustituir definitivamente la importación de energía.

lo definió como un proceso de industrialización tardío pero acelerado.

Este contenido ha sido publicado originalmente por Diario EL COMERCIO en la siguiente dirección: http://www.elcomercio.com.ec/video/jorge-glas-explica-matriz-productiva-industrias.html. Si está pensando en hacer uso del mismo, por favor, cite la fuente y haga un enlace hacia la nota original de donde usted ha tomado este contenido. ElComercio.com
lo definió como un proceso de industrialización tardío pero acelerado.

Este contenido ha sido publicado originalmente por Diario EL COMERCIO en la siguiente dirección: http://www.elcomercio.com.ec/video/jorge-glas-explica-matriz-productiva-industrias.html. Si está pensando en hacer uso del mismo, por favor, cite la fuente y haga un enlace hacia la nota original de donde usted ha tomado este contenido. ElComercio.coimpulsada por el Vicepresidente de la República, Jorge Glas, quien también ha hablado de un cambio de la matriz cultural del país. El cambio de la cultura industrial del Ecuador se refleja en las cifras de impacto económico y social que genera el proyecto Coca Codo Sinclair: la central hidroeléctrica permitirá ahorrar 17 millones de barriles de combustible al año y, con ello, el país se ahorrará $ 1.360 millones de dólares. El proyecto, a partir de su inauguración en febrero del 2016, proporcionará una energía media de 8.734 Gwh/año, impulsando la búsqueda de autonomía energética, al permitir el reemplazo de la generación térmica, la reducción de emisiones de CO2 en aproximadamente 4,4 millones de Ton/año y sustituir definitivamente la importación de energía.
¿Cómo entender la sugerencia del Vicepresidente Glas, de cambiar la matriz cultural del país? Los gestores culturales reflexionan en torno de este novedoso concepto. Raúl Pérez Torres, Presidente de la Casa de la Cultura Ecuatoriana considera que Coca Coda Sinclair es un proyecto extraordinario que cambiará el rostro de nuestra patria. Pérez, que dice apoyar la gestión de Jorge Glas, recuerda que “la cultura es transversal a todo. Cortázar decía un puente es un hombre cruzando un puente en el sentido de humanizar las obras”. El destacado intelectual ecuatoriano propone “un cambio de matriz creativa. No puede haber una revolución ciudadana si no hay una revolución cultural. La obra no tiene que ver con el hierro, sino con el espíritu”.

La sugestiva aserción vicepresidencial de cambiar la matriz cultural, bien podría ser entendida como la transformación en el modo de producir cultura. Entendiendo que la cultura supone un proceso de producción simbólica. O, en su efecto, entender ese cambio como la revolución cultural que reclama el actual proceso de cambio que vive el país, en cuanto al modo de producir y consumir el conjunto de bienes en la sociedad.

El escritor Omar Ospina señala que se nota una acción del Estado para cambiar rumbos. En ese cambio se inserta la idea de sembrar el petróleo, invirtiendo en obras de gran impacto social. Ahora se invierte en el país y para el país, ahora no se llevan las regalías las transnacionales, concluye Ospina. El intelectual guayaquileño Klever Julian Montece, sostiene que para establecer el cambio cultural tiene que establecerse el cambio productivo. Lo que hemos visto en los últimos tiempos, es la inversión que se está haciendo en educación, salud y vialidad con obras de gran magnitud. Nosotros haremos un efecto multiplicador para dar a conocer al país lo que hemos visto. 

Cae la tarde en El Chaco y concluye uno de los tres turnos diarios de operaciones en la obra en construcción. Obreros y técnicos del proyecto Coca Coda Sinclair retornan a su hogar provisional en el campamento de la obra. Sus rostros muestran el efecto de una ardua jornada de trabajo. Su gesto denota serenidad, pero también ese destello de legítimo orgullo por ser protagonistas de una historia que está cambiando. 

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